miércoles, 30 de enero de 2013
martes, 29 de enero de 2013
Deseando que me devuelvan mi coche (III)
Continúo en ello.
Por otra parte hoy tengo una reunión en la cúpula del departamento ministerial. No me gusta que me caigan estos marrones. Encima hoy el médico le hace un electrocardiograma a mi madre para evaluar su corazón después de los episodios de hipotensión que lleva teniendo desde hace dos meses y luego debe ir al hospital a que le den los resultados de su densitometría: un día completito.
lunes, 28 de enero de 2013
Deseando que me devuelvan mi coche (II)
Pues eso, que estoy deseando que me devuelvan mi coche y así poder ir a lugares remotos con tranquilidad e independencia.
Así M. no tendrá que ir y venir a por mi.
Así M. no tendrá que ir y venir a por mi.
domingo, 27 de enero de 2013
Deseando que me devuelvan mi coche
Estoy deseando que me devuelvan mi coche. Así M. no tendrá que ser mi chófer (un chófer sexy, eso sí) y yo podré ir al supermercado y traer las cosas pesadas sin tanto esfuerzo.
Además será más fácil ir a la piscina los fines de semana, que no está lejos, pero tampoco está cerca.
Además será más fácil ir a la piscina los fines de semana, que no está lejos, pero tampoco está cerca.
jueves, 24 de enero de 2013
Aquí seguimos
Aquí sigo. Esta Navidad estuve de vacaciones desde el 20 de diciembre al 14 de enero. Relativas vacaciones, porque un día me llamaron del trabajo para resolver unas cosas y estuve inquieto varios días por las consecuencias de la llamada.
Al final, mi tía monja murió después del día de Reyes. La verdad es que fue muy triste, pero dado su estado, fue lo mejor para ella. Vino su hermana (hermana de mi padre) desde Canarias y justo antes de morir llegó mi primo.
Al volver del tanatorio me dieron un golpe por detrás en el coche y quedó bastante perjudicado. Al llevar el coche al taller me avisaron de que el perito del seguro podía declararlo siniestro total ya que el coche tiene más de 10 años. Si el valor de la reparación fuera superior al valor venal del coche lo tenía bastante mal, y el golpe había sido fuerte. Hoy me han llamado del taller para pedirme una autorización escrita para llevar el coche a la ITV, ya que es obligado cuando el coche ha sufrido desperfectos serios en determinadas partes. ¡Eso quiere decir que lo están reparando! No me hacía ninguna ilusión comprarme un coche ahora. Menos ilusión me hace porque no tengo garaje.
Estuve unos días sin ir a la piscina porque el golpe con el coche me dejó el cuello resentido, aunque menos de lo que yo esperaba. Quizá influyó que vi venir al que me golpeó por el espejo retrovisor.
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La vuelta al trabajo ha sido dura. La cabeza ministerial viene pidiendo guerra y me han hecho hacer muchos informes, presentaciones de power point, etc. Ahora resulta que un informe que hice llegó a altas instancias y ha hecho que tenga unos días muy agitados haciendo más informes al respecto. ¡Qué pesadez!
Al final, mi tía monja murió después del día de Reyes. La verdad es que fue muy triste, pero dado su estado, fue lo mejor para ella. Vino su hermana (hermana de mi padre) desde Canarias y justo antes de morir llegó mi primo.
Al volver del tanatorio me dieron un golpe por detrás en el coche y quedó bastante perjudicado. Al llevar el coche al taller me avisaron de que el perito del seguro podía declararlo siniestro total ya que el coche tiene más de 10 años. Si el valor de la reparación fuera superior al valor venal del coche lo tenía bastante mal, y el golpe había sido fuerte. Hoy me han llamado del taller para pedirme una autorización escrita para llevar el coche a la ITV, ya que es obligado cuando el coche ha sufrido desperfectos serios en determinadas partes. ¡Eso quiere decir que lo están reparando! No me hacía ninguna ilusión comprarme un coche ahora. Menos ilusión me hace porque no tengo garaje.
Estuve unos días sin ir a la piscina porque el golpe con el coche me dejó el cuello resentido, aunque menos de lo que yo esperaba. Quizá influyó que vi venir al que me golpeó por el espejo retrovisor.
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La vuelta al trabajo ha sido dura. La cabeza ministerial viene pidiendo guerra y me han hecho hacer muchos informes, presentaciones de power point, etc. Ahora resulta que un informe que hice llegó a altas instancias y ha hecho que tenga unos días muy agitados haciendo más informes al respecto. ¡Qué pesadez!
lunes, 7 de enero de 2013
Debo de ser buenísimo
Debo ser buenísimo porque me han traído muchas cosas SS.MM. los Reyes Magos de Oriente. (Especifico qué Reyes, porque los de aquí suelen dar dolores de cabeza).
He recibido dos clases de regalos:
1.- Los regalos que pedí y que son para llevar, a saber, una mochila roja samsonite, una sudadera con capucha, unos pantalones cómodos y gruesos para estar calentito en casa y un colgante, que me regaló M., y una camisa que me ha regalado mi hermana.
2.- regalos para el cuidado personal: perfume Boss (mi hermana), mi madre una crema ANTIEDAD de Shiseido (¿es una indirecta?), y yo una exfoliante, una mascarilla y un perfume Sport D&G (decidí que aprovechaba los bonos de descuento que tenía en mi).
Soy muy inseguro, ayer estaba de los nervios antes de ir a casa de M. porque no sabía si le iban a gustar los regalos de Reyes. Creo que le gustaron.
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Las navidades se han pasado raudas y veloces y como ayer decía M. "en cuanto nos descuidemos estamos en las próximas navidades". Aunque me han llamado del trabajo en varias ocasiones (sobre todo la primera semana), creo que he conseguido no acordarme demasiado de él. Todavía me queda una semana de vacaciones, pero tengo que hacer deberes... al menos un borrador de real decreto que repasar.
He visitado a una de mis tías monjas (82 años), que está enferma. Hace un mes tuvo una hemorragia gástrica y como consecuencia de la medicación, sufrió un ictus cerebral en el hospital. Tiene medio cuerpo paralizado y no habla. Es muy triste ir a verla en esa situación. Además, a pesar de haber pasado toda su vida en un hospital y saber qué cosas debe hacer, es muy mala enferma. Ya lo descubrimos hace nueve años, cuando fue operada de la cadera: mi padre estaba asombrado de las cosas que hacía en el post-operatorio, hasta tal punto que mi padre iba todos los días a darle de comer, porque se negaba a comer en el hospital. De vez en cuando decía que "esta niña es una malcriada", expresión canaria muy habitual.
Esta era nuestra tía preferida, porque era más o menos "normal", a pesar de ser monja, en contraposición con las otras dos monjas de la familia. Creo que esa normalidad venía de trabajar en un gran hospital junto a gente normal y que le tratasen como a una trabajadora más.
Mi madre y mi hermana se mosquearon con ella porque cuando mi padre enfermó, hizo una visita al hospital de 10 minutos y nada más (creo que mi padre también se mosqueó). Pero el hecho determinante fue saber que las monjas tienen una residencia para familiares enfermos y mi tía no dijo ni pío. Cuando mi padre estaba muy enfermo, nos angustiaba traerlo a casa, que es muy pequeña y no tiene los medios suficientes para que un enfermo viva medianamente cómodo (puertas pequeñas, bañera, etc). De hecho estuve buscando una residencia para cuando le dieran el alta, cosa que nunca ocurrió. Estos años he sido el único en ir a verla y la verdad es que he fallado los dos últimos años: me costaba coger el coche e ir hasta las chimbambas a visitarla. Ahora he ido varias veces en una semana, solamente me ha acompañado mi hermana el primer día.
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A partir de mañana a la piscina de nuevo. ¿Por qué mañana y no hoy? Porque en Madrid, una ciudad que pretende ser olímpica en el 2020, la piscina municipal que visito está cerrada los festivos. Este año no he cometido los excesos del año pasado, así que no hay que compensarlo.
He recibido dos clases de regalos:
1.- Los regalos que pedí y que son para llevar, a saber, una mochila roja samsonite, una sudadera con capucha, unos pantalones cómodos y gruesos para estar calentito en casa y un colgante, que me regaló M., y una camisa que me ha regalado mi hermana.
Soy muy inseguro, ayer estaba de los nervios antes de ir a casa de M. porque no sabía si le iban a gustar los regalos de Reyes. Creo que le gustaron.
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Las navidades se han pasado raudas y veloces y como ayer decía M. "en cuanto nos descuidemos estamos en las próximas navidades". Aunque me han llamado del trabajo en varias ocasiones (sobre todo la primera semana), creo que he conseguido no acordarme demasiado de él. Todavía me queda una semana de vacaciones, pero tengo que hacer deberes... al menos un borrador de real decreto que repasar.
He visitado a una de mis tías monjas (82 años), que está enferma. Hace un mes tuvo una hemorragia gástrica y como consecuencia de la medicación, sufrió un ictus cerebral en el hospital. Tiene medio cuerpo paralizado y no habla. Es muy triste ir a verla en esa situación. Además, a pesar de haber pasado toda su vida en un hospital y saber qué cosas debe hacer, es muy mala enferma. Ya lo descubrimos hace nueve años, cuando fue operada de la cadera: mi padre estaba asombrado de las cosas que hacía en el post-operatorio, hasta tal punto que mi padre iba todos los días a darle de comer, porque se negaba a comer en el hospital. De vez en cuando decía que "esta niña es una malcriada", expresión canaria muy habitual.
Esta era nuestra tía preferida, porque era más o menos "normal", a pesar de ser monja, en contraposición con las otras dos monjas de la familia. Creo que esa normalidad venía de trabajar en un gran hospital junto a gente normal y que le tratasen como a una trabajadora más.
Mi madre y mi hermana se mosquearon con ella porque cuando mi padre enfermó, hizo una visita al hospital de 10 minutos y nada más (creo que mi padre también se mosqueó). Pero el hecho determinante fue saber que las monjas tienen una residencia para familiares enfermos y mi tía no dijo ni pío. Cuando mi padre estaba muy enfermo, nos angustiaba traerlo a casa, que es muy pequeña y no tiene los medios suficientes para que un enfermo viva medianamente cómodo (puertas pequeñas, bañera, etc). De hecho estuve buscando una residencia para cuando le dieran el alta, cosa que nunca ocurrió. Estos años he sido el único en ir a verla y la verdad es que he fallado los dos últimos años: me costaba coger el coche e ir hasta las chimbambas a visitarla. Ahora he ido varias veces en una semana, solamente me ha acompañado mi hermana el primer día.
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A partir de mañana a la piscina de nuevo. ¿Por qué mañana y no hoy? Porque en Madrid, una ciudad que pretende ser olímpica en el 2020, la piscina municipal que visito está cerrada los festivos. Este año no he cometido los excesos del año pasado, así que no hay que compensarlo.
domingo, 6 de enero de 2013
Reyes
Los Reyes han sido muy buenos. No creo que yo haya sido tan bueno como para merecer este trato. De todas formas, ya que nos ponemos a quejarnos, diré que me gustaría tener una mejor temperatura.
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